Un buen año para Xoel López. Resulta casi ilegal comenzar a escribir un artículo con este titular en pleno 2020, pero lo cierto es que Si mi rayo te alcanzara, el nuevo proyecto musical del coruñés Xoel López que vio la luz el pasado 27 de noviembre, nos trae diez motivos disfrazados de canción que invitan a celebrar el final (¡sí, ya llega!) de este fatídico año.

Días antes de que esta descarga eléctrica viese la luz, tuvimos el placer de charlar con Xoel sobre el trueno que resuena aún en nuestros oídos.

Nada más descolgar el teléfono nos respondió cercano, con ese timbre de voz fresco y enérgico tan característico y con una media sonrisa que se podía intuir al otro lado del teléfono. Como un amigo de toda la vida al que no ves desde hace un tiempo y que conserva intacto ese poder de transportarte a lugares tranquilos con solo unas palabras y un par de cañas. Generoso como el que más, no dudó ni un segundo en colaborar en el interrogatorio, en revelar sin complejos algunos de los entresijos de este nuevo trabajo.

Si mi rayo te alcanzara es una respuesta al triángulo que formaron casi por azar Atlántico (2012), Paramales (2015) y Sueños y pan (2017). En este nuevo álbum los ritmos latinos se funden con la electrónica creando una simbiosis perfecta que resta protagonismo a las guitarras y se lo da a la voz y a los coros. Un placer para los sentidos que explora nuevas formas y genera una brecha en la carrera de Xoel, deslindándose de todo lo anterior. Un nuevo trabajo que es más y menos Xoel que nunca al mismo tiempo; la esencia es la de siempre pero la experimentación es pura novedad. Una comunión entre forma y contenido llena de color y misterios. Un resplandor repentino que atrapa. Un rayo que no cesa y todo lo alcanza.

1. En primer lugar, algo que se debe preguntar siempre pero ahora más que nunca: ¿qué tal estás, Xoel? ¿Cómo llevas esta situación en lo profesional y en lo personal?

El otro día escuchaba «Más o menos buen», la canción de El mató a un policía motorizado, y eso es lo que te diría. Estoy más o menos bien, ni en el mejor momento de mi vida ni en el peor. En lo personal tengo altibajos, como todos. En lo profesional un poco más jodido porque la idea inicial disco que yo tenía en mente ha sido frustrada en gran parte.

2. En segundo lugar, nos gustaría darte las gracias por todos los regalos que nos has ido dejando en tus redes sociales en pleno confinamiento y luego en la desescalada. Un esperado rencuentro virtual de Deluxe con una versión del tema «Reconstrucción» que nos ha sacado las lágrimas a los antiguos fans y todos los episodios de tu #SerieTelemática, un proyecto audiovisual casero y seriado creado por Maral Kekejian y por ti. Tu necesidad de crear nunca se detiene, ¿cómo nacieron estas ideas?

Lo cierto es que fue curioso, sentí la necesidad de comunicarme y de hacer cosas, pero no estuve especialmente creativo a la hora de escribir canciones nuevas. Lo que sí sentía es que no quería ni debía parar, sobre todo porque estaba cargado de energía. Imagínate, la semana antes del confinamiento hasta había ido a mi primera clase de baile. En ese momento quería hacer cosas nuevas en mi vida y me negué a que el confinamiento me frenase en seco. Así que, como ya estaba ideando algunas cosillas de escenografía con Maral Kekejian, cogimos las ideas que nos servían y las trasladamos a lo digital. Yo estaba solo en mi casa y ella iba ayudándome telemáticamente, dándome indicaciones en plan directora de cine, diciéndome «ponte así, ponte asá. Mira a cámara cuando digas esta frase». Yo fui obedeciendo y aportando y así surgió la Serie Telemática.

3. También te hemos visto apoyar a la cultura y hacer claro activismo sobre la necesidad de la música en nuestras vidas, de la música en vivo y de que desde arriba apoyen al sector para que no se derrumbe. No sé cómo llevarás no poder tocar en vivo tanto como te gustaría y cómo ves el panorama, ¿queda esperanza?

Me dan mucho miedo esas carreras que están pendientes de un hilo, las de todos mis compañeros que estaban empezando. Esto es una hostia demoledora, para mi gremio y para la cultura en general. Se pueden hacer cosas, pero ahora en esta segunda ola la cosa se complica mucho y sí, estoy preocupado. Yo, por suerte, hice veintitrés conciertos de julio hasta ahora. Eso sí, todos ellos en formato reducido de banda, presupuesto, público… todo a la mitad de la mitad. Yo prefiero tocar aunque sea así, mantener vivo el proyecto y salvar a mi equipo. Haremos lo que podamos: sobrevivir, pasar la mala racha e ir tirando con lo que hay. Positividad y practicismo

4. Antes de meternos en materia y hablar del contenido de tu nuevo proyecto, nos gustaría hablar un poco sobre el continente. Somos unos locos de la estética y de las cosas bellas y nos ha sorprendido el envoltorio que les has puesto a tus canciones. Supongo que la preventa ha sido todo un éxito porque nos lo habéis puesto muy difícil para no caer. El álbum, en formato vinilo o en formato cedé, viene acompañado de láminas, de una almohadilla para el tocadiscos…, y se nota que está creado con mimo bajo un diseño muy colorista y minimalista. ¿De dónde nació esta idea estética y esta libertar estilística que te hace desmarcarte?

La persona clave es Rebeca Losada, de Lugo pero afincada en Madrid, igual que yo. Ella es la que lo diseña todo. Para entender la estética del disco tenemos que remontarnos hasta Combo Viramundo, que me sirvió de lugar seguro para experimentar con mi música y conocer a mogollón de gente creativa. A Rebeca la trajo David Quintán para que diseñase los carteles de Combo, y cuando llegó el momento de idear este disco fue casi inevitable recurrir a ella.

5. ¿Qué hay del título? Ahora que ya vas por tu decimoquinto disco —¡ni más ni menos!—, el cuarto en solitario, será complicado ponerse original. Si mi rayo te alcanzara es el título de tu trabajo y el de el último single homónimo que nos has presentado antes de la salida del álbum completo. Un título lleno de luz, un chispazo; muy poético, podría haberlo firmado el mismísimo Miguel Hernández. ¿Qué alcance tiene este rayo y de dónde surge?

De nuevo, la respuesta es Rebeca Losada. Ella fue quien me sorprendió con ese rayo tan bonito que no sé si quiero ponerme en tatuaje o hacerme una camiseta con él, pero algo más hay que hacer con él. Los colores sí que los elegimos juntos: el rojo y el azul. Ambos son muy representativos de lo que es el disco, del alcance que tiene y de su viveza. Para mí hay libertar, aire y cielo, en el azul y pasión, vida y corazón, en el rojo. Me trasmiten electricidad y creo que pueden tocar a quien vea y escuche.

6. Pasemos al contenido y comencemos a hablar ahora de lo que importa: la música. El hype por escuchar los diez temas del disco se volvió enorme, mérito de la campaña en redes y de las pistas que nos fuisteis dejando para que supiésemos algo de lo que contenía este disco antes de descubrirlo todo. Nos has mantenido en vilo con tus publicaciones, dejándonos casi miguitas de pan en Instagram con cada imagen que ibas subiendo, poniéndonos los dientes largos, vaya. Pero, para que no siguiésemos tirándonos de los pelos, también nos has permitido asomarnos a algunos de los temas que componen Si mi rayo te alcanzara, ¡no todo iba a ser maldad! Nos aprendimos primero la letra de «Alma de oro», «Joana», «Tigre de vengala» y «Si mi rayo te alcanzara», cuatro temas que llegaron mucho antes del disco al completo. Viendo esta breve presentación nos queda claro que tu capacidad para saltar de un estilo a otro y para combinarlos en simbiosis perfecta es brutal. Este disco es Xoel en estado puro y mantiene todos esos ritmos latinoamericanos que ya exploraste con Combo Viramundo y en tu anterior trabajo. ¿Cómo definirías tú la mezcla de estilos de este último trabajo, qué nos ofreces?

Yo también tengo esa sensación de renovación. Por ejemplo el «El destello», canción que abre el disco, es algo completamente nuevo y no hay parangón en mi carrera. En «Vampiro blanco» me atrevo con más funky que para mí también son nuevos incluso métricamente, son melodías que no había transitado antes. Eso sí, al final todo el es pop y todo es mi estilo, tampoco es que me haya marcado un disco de death metal o de jazz experimental. Sí que hay una intención, un paso más, una búsqueda de lugares nuevos. Yo siempre convivo entre esa dualidad: un punto de casa y un punto de aventura y de perderse, intento pivotar entre ambos conceptos en todos mis trabajos.

7. Además de tus músicos habituales, Charlie Bautista, Ede, Alice Wonder, Adrián Seijas…, ahora compartes el peso con David Quintán. ¿Por qué él fue el elegido para ponerse a crear contigo codo con codo?

David está en un porcentaje en todas las canciones a todos los niveles, yo quería un socio y un apoyo y lo encontré en él. En una canción igual aportó una estrofa, en otro una melodía instrumental… No quise hacerlo todo yo solo y fue cuando él entró, él entiende mis ideas y mi personalidad y la verdad es que el proceso de composición fue precioso y muy orgánico. Durante el proceso nos juntábamos por las mañanas y nos poníamos manos a la obra. Había días que no conseguíamos nada y nos pasábamos la mañana hablando, lo que se convirtió también en parte del disco porque muchas veces las ideas que yo le contaba se quedaban ahí y ese poso se convertía luego en canción. Hay incluso como unas diez canciones que se nos quedaron en el tintero y no escogimos para el disco, tendremos que hacer algo con ellas en un futuro.

8. En general, este es un disco más grupal. Se nota en las melodías de la banda al completo, donde el coro de voces y de instrumentos tienen tanto o más protagonismo que la voz del solista, y se nota también en que has ido delegando para crear sinergias y generar un universo todavía más amplio en tus canciones. Te has encomendado también a Carles Campi Campón, que pone su sello en la electrónica que aliña muchos de los temas. ¿Es él otro de tus hombres de confianza?

En este disco, por primera vez, delego la producción al cien por cien. Así que cogí a Campi y le dije básicamente que él sería el productor. Yo quería estar más liberado en este álbum y estar concentrado en las canciones.

Sin duda este es un disco mucho más coral, los coros son tan importantes como la voz principal. Sobre todo los coros de las chicas, como Ede y Alice. Toda la gente que me acompaña en directo en su versión más amplia, en la banda de ocho, estuvieron presentes en el disco y grabaron conmigo instrumental y voces. Yo grabé dos guitarras, nada más. No sé si algún tecladillo o alguna pandereta, pero vamos, muy muy poco teniendo en cuenta que yo venía haciendo todo lo contrario y grabando hasta bajos y batería. En este sentido quise delegar y confiar en mi entorno, con esta banda tan estable es muy sencillo y creí que reflejar este buen equipo que formamos era importante.

En este disco, por primera vez, delego la producción al cien por cien. Así que cogí a Campi y le dije básicamente que él sería el productor. Yo quería estar más liberado en este álbum y estar concentrado en las canciones.

9. Recordando una última vez más estas #SeriesTelemáticas, que han sido en parte una presentación de los primeros singles del disco, te confesamos que —como gran parte del público— sentimos debilidad por la #SeriesTelemática7, grabada el 1 de julio en el auditorio al aire libre del Parque Lineal del Manzanares (Madrid), en la que interpretas tu tema «Alma de oro» abrazado a la gran Ede y acompañado por David Quintan y Fernando Lamas. Este vídeo tan simple generó un gran impacto, seguramente porque todos estábamos pasando un momento extraño de distancia social y ver un abrazo así nos removió por dentro. ¿Fue esta grabación espontánea, cómo llegasteis a ella?

Para darte una respuesta tengo que volver a Maral Kekejian. El disco iba a salir en mayo o junio, así que se suponía que yo ahora mismo estaría ya rodando con la banda y haciendo muchos bolos, todo eso, obviamente, se truncó. Así que Maral y yo seguimos con esta relación digital e intentamos remendar estos planes truncados y comenzamos a hacer brainstorming para ver qué se nos ocurría. Entre muchas otras ideas yo le envié el videoclip de la canción «Don’t give up», de Peter Gabriel y Kate Bush, en la que ambos salen abrazados sobre una plataforma giratoria. Me parece uno de los vídeos más bonitos de la historia y no tiene nada, son dos tipos dándose un abrazo y cantando y es muy potente. De ahí nación la idea del abrazo en «Alma de oro», y cuando salió la respuesta fue brutal por dos factores: el primero, la versión acústica de este tema apetecía y casaba con aquel momento de supuesta calma tras la tempestad, el público demandaba algo más recogido y más pequeño. Y el segundo, el propio abrazo, todo el mundo lo anhelaba y fue muy bonito. Hablando en plata, fue la hostia. Lo hicimos con muy pocos recursos, lo grabamos con el móvil y volver a ese punto un poco friki con el que empecé a experimentar con catorce años, eso de grabarte tú en tu casa y ver qué pasa parece que sigue funcionado y creo que este vídeo va a ser una parte a destacar en mi carrera para siempre.

10. Sabemos que esto es un compromiso peor que preguntar a quién quieres más, si a papá o a mamá, pero nos encantaría saber qué canción del disco es tu ojito derecho, con cuál te quedarías entre las diez y por qué.

Qué difícil, pero me voy a mojar. Yo creo que «Joana». Este tema me hizo llorar mientras la cantaba en directo y eso no me había pasado nunca. Es verdad que se dieron unas circunstancias particulares porque esto me pasó en el primer concierto después del confinamiento y se creó una magia especial, algo muy simbólico en sacar por fin a Joana de casa. A ver, ¡no me puse a llorar como una magdalena!, pero sí que tuve que parar, la gente se puso a aplaudir y fue precioso. Creo que ese punto de emoción y esa profundidad en mí no la alcanzaron otros temas.

11. En un plano más personal, a nosotros, como a todos, la cultura en todas sus formas nos ha salvado este año tan extraño y poco amable. Como queremos seguir invirtiendo en cultura, indagando y conociendo todas sus aristas, nos encantaría que nos hicieses una recomendación. ¿Una disco o una canción que nos salve del 2020?

Un disco entero no se me ocurre, pero te voy a decir una canción: «On the floor», de Perfume Genius. A mí esa me ha salvado.

12. ¿Y un libro, una serie…?

Justo me acabo de leer la biografía de Johnny Marr, guitarrista de The Smiths, y me pareció muy cachonda, la disfruté mucho porque volví al grupo y pude escucharlo de otra forma. Y ahora quiero comprarme la autobiografía de Morrissey, no lo puedo recomendar pero creo que incluso puede ser más interesante que el de Johny Marr.

En series soy menos constante, no estoy enganchadísimo a ninguna en concreto, Te diría Raised by Wolves, aunque empecé muy bien y la dejé a la mitad.

13. ¿Y algún antídoto infalible que nos libre de lo que queda y de lo que venga? La mayoría de las respuestas a esta pregunta pasan por ver el mar, a ver si tú aportas algo nuevo.

Uf, ¡es que me lo has puesto a huevo! Yo no pude volver a A Coruña hasta julio y lo primero que hice al llegar fue ir a dar una vuelta por la playa. Si estás cerca del mar no existen pandemias ni hostias, voy a ser poco original pero así lo creo. El mar es muy recurrente en mi vida y en mis letras. De hecho, tengo hasta un poema que habla de la primera vez que mi hijo vio el mar que termina diciendo algo así como «me di cuenta de que habías entendido la importancia del todo», es curioso porque para mí el mar es así, representa todas las cosas.

14. Con los ojos puestos en el futuro, ¿cuándo podremos disfrutar de este disco fuera de nuestra casa? ¿Algún proyecto de gira entre manos? Esperaremos el tiempo que haga falta para veros al completo, ¡nos morimos de ganas!

Si hay futuro… es muy incierto. Eso seguro. La putada es que ahora sale mi disco y por primera vez en mi vida no puedo presentarlo, pero mi intención es hacer cosas, no sé si online, algo en formato muy reducido… En cualquier caso, voy a empezar a ensayar con el formato cuarteto, con Ede, Charlie y Adrián, y así al menos cuando salgamos a tocar nos aseguramos de que todo está preparado, aprendido y trabajado. Ojalá toquemos pronto

Estela Gómez

Estela Gómez

Mi nombre es Estela y nací en el 92 —como Cobi— al lado del mar. Abro textos en canal y leo hasta en la ducha. Soy aprendiz de todo y especialista en nada, tengo incontinencia verbal crónica, y, gracias a la mejor de las suertes, las palabras me dan de comer.

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