¿Cándo, meu tempo, cándo, levarásme
deica aqueles regatos choutadores
que aos ríos van cantando en romeiría
e chegan hasta a mar grande en lonxana
arrecendendo a toxos e ferrañas?

Celso Emilio Ferreiro, «O val», O Soño Sulagado, 1954.

Vacaciones fallidas, vuelos cancelados, viajes interoceánicos pospuestos, planes que parecía que sí pero no… ¿Te suena?

Nuestros proyectos para conocer mundo, irnos lejos y traer la maleta bien llena de historias increíbles vividas en algún lugar exótico se han visto truncados este año. Seguramente todavía estés tramitando reembolsos con la aerolínea de turno, pensando en cuándo podrás volver a hacer desplazamientos largos sin restricciones o deseando conocer nuevos continentes. Lo sentimos pero, por mucho que te frustre, todo indica que habrá que esperar un poco más para ponerse en plan Willy Fog, echarse la mochila al hombro y dar la vuelta al globo. Mientras tanto, no desesperes, en ocasiones lo desconocido está mucho más cerca de lo que piensas. Sin ir más lejos, puede que ese paraje insólito que estás buscando para pegarte un merecido retiro espiritual o para conseguir esa fotaza que colgar en redes esté a tiro de piedra, al lado de casa; solo es necesario investigar, dejar a un lado los prejuicios y abrir bien los ojos y la mente

Los viajes de escalas interminables queden suspendidos hasta próximo aviso, pero has tenido la gran suerte de haber nacido en Galicia, la tierra de los mil paisajes: algunos bañados por el mar, por las rías y los ríos, otros cerca de la montaña o en la llanura más verde; todos ellos cargados de misterios, literatura y mucha historia. Coge el coche, pon en marcha el cuentakilómetros y elige el destino que más encaje contigo. Galicia azul, para los atlánticos y Galicia verde, para los que llevan dentro un bosque. Hay para todos los gustos, solo tienes que escoger:

Si te das al monte, puedes subir a las montañas del macizo de Pena Trevinca, que superan los 2.000 metros de altitud. Si lo tuyo es la costa, piérdete y vuelve a encontrarte entre la arena y el oleaje de las playas desiertas de la Costa da Morte, de Ortegal o de la Mariña Lucence. Si quieres dejar de hacerte el urbanita un rato, olvídate de la prisa, piérdete en el hechizo de O Courel y de Os Ancares y fúndete con la naturaleza. Si lo tuyo es el enoturismo y el «país de los mil ríos» del que hablaba Álvaro Cunqueiro, súbete al barco y degusta el mejor vino en los cañones del río Sil. Y si tienes complejo de pájaro y quieres ver el mundo desde arriba, encarámate a lo alto de los más de cincuenta miradores que encontrarás en la geografía gallega, como el de Os Picóns de Loiba, en Ortigueira; el de Seixo Branco, en Oleiros; el del Monte do Facho, en Muxía, el de Con da Siradella, en O Grove o la mirada desde el Paseo dos Leóns, en Santiago de Compostela. Todo esto, y más, a través de la propuesta de Turismo de Galicia Escenarios al volante, que invita a realizar un recorrido de casi 1.000 kilómetros divididos en 25 rutas iniciáticas a través de los 110 municipios gallegos. Descubrir la ruta número 26 y contarnos sus secretos es cosa tuya, todo es echar a andar.

Hazte con un mapa, escoge dos puntos, coge un lápiz y traza una línea que los una. Parece un juego de niños, pero es tan sencillo como eso. De O Porto de Espasante al Faro de Estaca de Bares; de Baiona a Santa Tegra por la costa sur; de Vigo a Tui, o, lo que es lo mismo, del monte Cepudo al monte Aloia atravesando la sierra del Galiñeiro; de Pedrafita do Cebreiro a Samos, el umbral que da entrada al Camino de Santiago… Podríamos seguir hasta el infinito, extendiendo el paisaje gracias a un mar que nunca acaba y a un verdor que se vuelve de mil colores en primavera y se viste de oro en otoño. Las opciones son múltiples, pero el paisaje agreste e indómito está presente a cada paso y transitarlo es volver sobre las pisadas de civilizaciones antiguas, poetas en busca de inspiración y millones de peregrinos incansables.
Es imposible que puedas escapar del poder del paisaje, de la ferocidad de las mareas, de la naturaleza salvaje de los valles y bosques y de los conjuros y leyendas de las meigas. Conoce la tierra que pisas como nunca antes lo habías hecho. Aprovecha este año para disfrutar del lugar que habitas y volver a tus raíces. Visita www.turismo.gal y ¡emprende el buen camino!

Estela Gómez

Estela Gómez

Mi nombre es Estela y nací en el 92 —como Cobi— al lado del mar. Abro textos en canal y leo hasta en la ducha. Soy aprendiz de todo y especialista en nada, tengo incontinencia verbal crónica, y, gracias a la mejor de las suertes, las palabras me dan de comer.

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