Resulta difícil pronunciar el título en castellano sin que acuda a la memoria su título original: Cousas, mucho más sonoro. «Libros del Asteroide» ha publicado “un maravilloso conjunto de breves cuentos ilustrados en los que el polifacético escritor y dibujante gallego Castelao se sirve de su extraordinario humor y sensibilidad para reflejar lo singular y cotidiano de la Galicia de principios del siglo XX”.

Alfonso Daniel Rodríguez Castelao (Rianxo, 1886 – Buenos Aires, 1950) es una figura fundamental en el ámbito del intelectualismo galleguista. Actualmente sigue siendo, dentro de Galicia, un símbolo fundamental de la cultura y la política.

Sus inicios estuvieron dirigidos a los estudios de medicina en Santiago de Compostela, pero no sería esa su vocación. Como el propio Castelao recordaba: “Estudié medicina por respeto a mi padre, pero no la ejercí por respeto a la humanidad”. Interesado por el arte desde muy joven, comienza, durante su etapa universitaria, a realizar dibujos y caricaturas que tienen cierta trascendencia. Con el tiempo, su trabajo va adquiriendo un tono crítico con la política local.

Empieza su colaboración con revistas y periódicos de la época. Su trabajo en Nós, una revista que pretendía reivindicar la cultura propia de Galicia a través de la creación literaria, sirvió, junto con otros intelectuales, para “establecer las bases de la identidad cultural y para normalizar el uso del gallego”, uno de los elementos vertebradores de la revista.

Cosas es un artefacto literario híbrido: al breve texto literario le añade una ilustración que destaca el sentido del relato. El estilo del dibujo lo fue definiendo en las distintas publicaciones en las que participó. Estos relatos fueron publicados en 1926 y 1929 en dos volúmenes. Castelao demuestra en estos textos, un conocimiento excepcional de su tierra y sus gentes. Un lenguaje de gran poder evocador y de gran lirismo, como lo demuestra en el siguiente fragmento: “Es el  momento en que la Tierra, para dormirse, le va dando la espalda a la luz y el humo de las tejas, espeso y lechoso, se va esparciendo en el fondo del valle. No es cosa del otro mundo pintar lo que ven los ojos, que serán pasto de gusanos; pero en el paisaje hay más cosas en las que fijarse: en aquel molino cantarín dos enamorados se dan el primer beso y en el pazo del castaño seco aúllan los perros”.

Cosas es un espejo matizado por la visión misericorde que Alfonso Castelao ofrece de los desfavorecidos, de los más pobres, y de aquellos que sufren por la soledad de la inmigración. Al mismo  tiempo es reflejo de esa Galicia arcaica y supersticiosa, donde las fábulas y las leyendas cobran especial relevancia: “Donde hay un crucero hubo siempre un pecado, y cada crucero es una oración de piedra que hizo bajar un perdón del Cielo, por el arrepentimiento de quien lo pagó y por el gran sentimiento de quien lo hizo”. Ya decía Álvaro Cunqueiro, ese gran clásico del siglo XX, que Galicia, y los gallegos, eran el pueblo más espiritual de Occidente.

Alfonso Castelao utilizó elementos de la cultura popular para convertirlos en símbolos que nos identifican a todos como pueblo, retratando “la bondad y mezquindad del ser humano a través de vivísimas escenas del mundo gallego. (…) Escrito con emotiva sencillez y una mirada profunda y piadosa resuena hoy con la vigencia y la fuerza de lo imperecedero”.

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