San Xoan está despistado. Este año no se le avisó de la llegada del verano por medio de fogatas en la orilla y se olvidó de traer el buen tiempo a la costa gallega. El silencio sin los festivales de verano, impide que el sol encuentre el camino a las playas.

El verano siempre ha sido un tiempo para los jóvenes. Quienes realmente tiene tiempo libre para disfrutarlo. Si les dejan. Este país ha abandonado a los jóvenes desde hace tiempo. Este verano solo es la consecuencia de ese abandono.

Los medios de comunicación han bautizado este nuevo repunte de contagios como la ola de los jóvenes, en lo que no deja de ser una especie de criminalización de este grupo. Ellos son los responsables del aumento de contagios, y no la nueva variante del virus ni la falta de vacunas para ese grupo de edad.

Se contagian porque no respetan las medidas de protección. Medidas que llevan más de un año impuestas y que no impidieron que meses atrás el nivel de contagios entre viejóvenes y no tan viejóvenes fuera el mismo que ahora con los jóvenes. O las medidas no funciona o todos somos igual de irresponsables.

En este momento la única diferencia entre los jóvenes y los demás es la falta de vacunación. Y no son los jóvenes quienes han decido cuando vacunarse. Como tampoco son los jóvenes quienes han decidido los planes universitarios de grado y máster pagado para poder acceder a la precariedad laboral. Solo quienes sufren el fracaso de la reforma universitaria.

Como tampoco son los jóvenes quienes han decido crear las becas Feuga para acceder a un puesto de trabajo de ocho horas (oficiales, pero no reales) por un salario muy inferior al salario mínimo. Salario mínimo que ellos tampoco han decido y que no alcanza para el alquiler. Vivir con los padres más allá de los 30 no es una decisión de los jóvenes. Solo son quienes sufren la especulación inmobiliaria.

Tampoco son ellos quienes han decido crear contratos en formación o temporales con fecha de vencimiento cuando se incorpora el nuevo becario con el que cubrir tu puesto, pero más barato. O con la contratación de un veterano en paro con su cuota de la seguridad social bonificada. Solo son los que sufren los planes de empleo para parados de larga duración. Solo son lo que sufren la falta de medidas para la contratación (de calidad) de los jóvenes.

A los jóvenes tampoco se les deja luchar por su futuro. Si salen a la calle son violentos. Violentas eran las manifestaciones de los 80 para renegociar los convenios y esa generación se siente orgullosa de enfrentarse a los antidisturbios. Hoy acomodada responsabiliza a los jóvenes, cuando son ellos los que no han cuidado su futuro.

Los jóvenes son cuasi criminales por contagiarse. Tampoco se acelera la vacunación para ellos. Ni se toman medidas apropiadas para su franja de edad, porque, total, son pocos los que acabaran el UCI.

El verano esta en la UCI, y sin verano no hay futuro para nadie.

Óscar Gutiérrez Costas

Óscar Gutiérrez Costas

Nacido en la costa y atrapado por el mar. El salitre de Vigo ha marcado su visión del mundo. Solo lee entre líneas y piensa y repiensa los asuntos en sus visitas al Pizza Club. Nunca rechaza un duelo dialéctico, siempre que sea en buena compañía

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