El pasado 22/2/22 Santi Araújo lanzaba una moneda al aire con su segundo trabajo en solitario, Suelta Ø Muerde (Ernie Records, 2022), después de su elepé de cinco canciones Catedral (Ernie Records, 2018); en la moneda: dos caras y ninguna cruz, blanco y negro, y, entre medias, toda una escala de grises. Once canciones con título doble que exploran la dualidad humana y que hablan de la derrota y de la esperanza, de agarrar con fuerza y de dejar ir, de cargarse el mundo a los hombros y de soltar lastre, de la vida y sus contradicciones y de ese odio tan puro que es espejo del amor cuando termina. Once canciones aparentemente sencillas y bien peinadas que se van desmelenando y volviendo caóticas en su estructura y en sus cambios de ritmo, abrazando la muiñeira, la psicodelia, el vals y el bolero y combinándose en una simbiosis perfecta con las voces de Leonor Watling y Annie B Sweet. Suelta Ø Muerde es una invitación al baile, al disfrute, a viajar con calma y a vivir sin miedo. Estamos preparados para dejar que la música de Santi Araújo ponga en marcha nuestro esqueleto?
Fotografías de Santi González
Santi, ¿cuáles son tus primeras sensaciones después de la presentación del disco en Marilians (Madrid) en una fecha tan mágica como el 22/2/22? ¿La acogida está siendo cálida?
Muy emocionante. Lo que yo hago tiene mucho de introspección, una actitud que se ha visto acentuada por todo lo que nos ha tocado vivir estos dos últimos años. La salida del disco, compartirlo, tiene algo, en cierto modo, de liberación.
Uno de los retos de Suelta Ø Muerde es explorar la dualidad: lo haces en el diseño del disco, en los títulos de las canciones, que son dobles, como «Cárcel / Algodón», «Manzanas / Verano» o «No Hay / Momento Mejor», y en las letras. ¿Por qué te interesa llevar a tu música estas contradicciones y buscar en ambos lados?
La respuesta real es que no me gusta demasiado ponerle títulos a las canciones. No me gustan las etiquetas. Me parecen algo extraño, es como ponerle nombre a los sentimientos o a los sabores. Como en el disco hay mucho de esa dualidad, tanto en lo musical como en lo lírico, decidí aplicarme el eterno «si no quieres caldo, toma dos tazas».
Siguiendo con la dualidad, has optado por el blanco y negro tanto en el diseño del disco como en los videoclips. ¿Tenías clara esta estética desde el principio?
Creo que lo tuve claro bastante pronto, quería enfatizar esa idea de querer encapsular algo que ya forma parte del pasado.
Antes del lanzamiento del disco nos pusiste los dientes largos con tres videoclips que tienen mucho de cine mudo y que cuentan una historia que no siempre va de la mano de la letra de la canción a la que representan. Primero te lanzaste a bailotear en el vídeo de «Esqueleto / Óyeme», luego dejaste que te diesen una paliza en «Ser Mi Amigo / Estar Conmigo» y, por último, Xoel López te quitó el protagonismo y a Leonor Watling en «Miña Rula / Non Teñas Medo». ¿Cómo nacen las ideas de los vídeos, son de cosecha propia?
A posteriori siempre me cuesta contestar a estas preguntas, y creo que es lo que más me fascina del proceso creativo, preguntarme yo mismo «¿cómo he llegado hasta aquí?, ¿en qué momento se me ocurrió esto?». Sí recuerdo que «Ser Mi Amigo / Estar Conmigo» se me ocurrió en un sueño. Lo apunté, se lo comenté a Xaime Miranda y le pareció que encajaba genial con la canción. La idea de ofrecerle a Xoel un cameo en «Miña Rula / Non Teñas Medo» se me ocurrió en plena llamada con Xaime, y en ese momento sonó a un «a qué molaría, a que me atrevo» que nos llevó a tener un rodaje inolvidable, divertidísimo.
Además de tu voz, en este disco cuentas con la colaboración de Leonor Watling y de Anni B Sweet en dos de los temas, «Miña Rula / Non Teñas Medo» y «Qué Mal Me Sienta /Quedar Contigo». ¿Por qué surgieron estas colaboraciones? Supongo que la gente se ha sorprendido de que hayas hecho que Leonor cante en gallego.
Al igual que la apuesta por el blanco y negro, desde el principio sentí que en esas dos canciones encajarían dos voces femeninas. La suerte quiso que me dijesen que sí dos artistas a las que admiro tanto. Eso sí, hubo que hacerlas a distancia, ya que fueron grabadas en los meses duros del confinamiento.
¿Alguna canción del disco pensabas que no gustaría nada y que esté dándote la sorpresa?
No tanto que «no gustaría», pero me sorprende que «Una Vez Más / Aislado» o «Manzanas / Verano» estén teniendo más reproducciones que otras, o ver cómo las comparten en las redes sociales. Me alegra ver que se reproducen canciones que tienen estructuras poco convencionales o que, en el momento de ser creadas, algunas decisiones parecían un tanto arriesgadas.
¿Alguna canción del disco por la que tengas predilección? Está mal escoger entre los hijos, pero mójate un poco que nadie lee.
Pues me gusta mucho «Manzanas / Verano», principalmente porque recuerdo la primera vez que escuché el disco entero (ya mezclado y masterizado), en un amanecer a principios de otoño. Cuando llegué al final, a esa masa de voces y mensajes medio subliminales, empecé a llorar incontrolablemente. Soy una persona que llora mucho escuchando música, hay canciones que me emocionan muchísimo, pero es algo que no me ocurre con mis propias canciones. Por eso atesoro ese amanecer, como si al duelo de las canciones le faltase una última etapa.
En muchas de tus entrevistas te preguntan si crees que lo petarás con este disco, si alcanzarás el éxito. ¿Es el éxito estar donde estás y hacer lo que haces o quieres llegar a algún otro lugar con esta nueva carta de presentación?
Es una pregunta que me entristece. Me interesa hablar de la música, de las emociones que provoca o deja de provocar. El éxito, la fama o «petarlo» son cuestiones que me interesan muchísimo menos. Espejos en los que me veo deformado y en los que rebota la luz, impidiéndome ver con claridad. Vivimos en una época muy obsesionada con la fama, y más concretamente con la fama inmediata. En esta «democratización» del éxito tienen mucho que ver las redes sociales. Existe un ansia, incluso una presión de fijarse más en eso que en lo que uno hace o siente. La música, en primer lugar, es para mí. Lo que venga después será un regalo. Por eso atesoro esa mañana, llorando como una magdalena.
En este disco el continente es tan importante como el contenido, tanto que has ideado una performance para acabar de armar el vinilo, el cedé y todos sus accesorios. Cada disco es único y lo es por la huella de la mano del artista. Cuéntanos de qué va este rollo Marina Abramovic al que te has entregado.
Me gustan muchos elementos de un mundo que está desapareciendo. Me gustan cosas de Internet, también de las redes sociales, pero le tengo un amor especial a las cosas físicas, sobre todo si implican procesos artesanales. Por eso todos los discos llevan las portadas pintadas a mano, las letras y agradecimientos escritos a mano y un póster/fanzine también dibujado a mano. Espero que haya gente que valore estas cosas, pero yo también valoro el proceso de hacerlo, de verme a mí conviviendo con todos los discos, dándoles el último empujón antes de despedirme de ellos para siempre.
¿Dónde y cuándo podremos escucharte? Tenemos ganas de ver cómo se porta este disco en un concierto en directo.
Pues ya se están empezando a anunciar todas las fechas. Toco el 20 de marzo en La Radio Encendida y el 30 de marzo en Galileo Galilei (ambas en Madrid). El 1 de abril en Segovia, el 28 de abril en Helioàbal (Barcelona), el 7 de mayo en el Torgal (Ourense) y el 10 de mayo en Coímbra.
¿Irás en formato banda o en acústico?
En la mayoría iré en formato dúo/acústico, algo de lo que tengo muchísimas ganas. Pronto también anunciaremos más conciertos, algunos con banda y algunos en un formato especial (aquí generando hype, que no falte).
Pregunta corta, pero compleja: ¿qué buscas en el arte?
No busco, encuentro.
Fotografía de María Pol
A todo aquel que no conozca tu newsletter, le invitamos a que se suscriba para recibir todos los domingos las cinco cosas que aprendiste en la semana escritas a máquina, y, después de esta cuña publicitaria, confesamos que nos ha picado la curiosidad tras haber leído en la newsletter que hace poco terminaste tu primera novela (¡ojalá podamos leerla muy pronto!). Como sabemos que escribes, nos gustaría ponernos experimentales y a viajar a la Francia de 1890 para lanzarte unas cuantas preguntas del cuestionario Proust, ahí van:
Mi principal error:
• Todo lo que se me ocurre responder tiene parte de virtud. A estas alturas ya sabes que la dualidad es algo que me interesa mucho. Supongo que se puede resumir en una actitud muy nuestra: depende.
(El escritor francés Marcel Proust contestó «No saber, no ser capaz de querer».)
Mi ocupación favorita:
• Cualquiera que me haga olvidarme de mí mismo.
(El escritor francés Marcel Proust contestó «Amar».)
Mis compositores favoritos:
• Aquí necesitaría varias horas. Por decir algunos: Claude Debussy, Antonio Carlos Jobim, Jessica Pratt, Frank Ocean, Brian Wilson, Rufus Wainwright o Luiz Bonfá.
(El escritor francés Marcel Proust contestó «Beethoven, Wagner y Schumann».)
Lo que más aprecio en mis amigos:
• El humor, la madurez y la transparencia.
(El escritor francés Marcel Proust contestó «Tener ternura para mí, si su personaje es lo suficientemente exquisito para prodigar bien alto el precio de su ternura».)
Qué me gustaría ser:
• La guitarra de João Gilberto.
(El escritor francés Marcel Proust contestó «Yo mismo, como a las personas que admiro les gustaría que fuese».)
Y un par de preguntas más de cosecha propia:
Un libro que invite al baile, al disfrute, a viajar con calma y a vivir sin miedo:
• Si existe, que alguien me lo recomiende, pero creo que cualquiera de Mauricio Wiesenthal tiene un poco de cada.
Y una película:
• Pues un documental que vi hace poco: Cazadores de trufas.
Y la música que podrías escuchar en bucle para siempre como si no existiese otra:
• Bossa Nova, hasta que deje de respirar.
Y, por las risas: si fueses un electrodoméstico, ¿cuál serías?
• Una batidora.