Háblanos un poco sobre ti.

Trabajo principalmente la ilustración, el diseño de personajes y la animación para proyectos audiovisuales y escénicos, donde utilizo las ilusiones ópticas como técnica de animación en tiempo real, que mezclo con otros métodos como puppet animation o animación tradicional.

 

¿Cómo fueron tus comienzos en el ámbito de la ilustración?

Siempre me ha gustado dibujar. Me formé inicialmente como escenógrafa en la ESAD de Galicia, donde coincidí con compañeras del mundo de la ilustración y el cómic, como Iván R. o Xiomara Correa. También en esos años comenzó mi interés por el diseño gráfico a través de la cartelería para artes escénicas. Unos años más tarde conocí a Miguel Porto a través de Bosquexo, un curso de dibujo al natural que organiza todos los veranos, y me animó muchísimo a seguir investigando y desarrollar poco a poco un estilo más personal. Después de unos años trabajando como escenógrafa e iluminadora decidí continuar formándome, esta vez en la EMAO de Vigo, donde encontré una nueva vía de trabajo. Entré en el curso de cerámica y tuve la suerte de ser alumna de Miguel Vázquez, que me animó a relacionar el mundo de la cerámica con las cosas que yo ya hacía. De ahí salió el año pasado Alifáfaro, un proyecto de cerámica y animación tradicional en colaboración con el músico Rubén Abad.

¿Qué técnicas sueles utilizar?

Como ilustradora tengo dos vías de trabajo, una exclusivamente digital, y otra en la que construyo mis ilustraciones en tres dimensiones, con objetos, recortes, etc.

En lo escénico y audiovisual me centro exclusivamente en lo analógico, llevando todo el trabajo a través de mecanismos manuales, porque es donde más disfruto y lo que creo que hace que mi trabajo sea más personal. Las técnicas utilizadas para las ilusiones ópticas parten de inventos del siglo XIX basados en la persistencia retiniana, algunos anteriores y otros simultáneos a los inicios de cine; la sencillez y eficacia de algunos de ellos es sorprendente aún hoy en día.

 

Además de ilustrar trabajas también con cerámica, pero lo haces de un modo muy cercano a la ilustración, no? Cuéntanos un poco sobre ello.

Como comentaba antes, durante la formación en la EMAO he ido enlazando cosas que traía de las artes escénicas para trasladarlas a la cerámica. Pienso en la pieza cerámica como escena, movimiento o personaje; me gusta creer que cuando me doy la vuelta mis obras cobran vida propia. En la ilustración la metodología es similar, intento crear una imagen que cuente algo, lo que para mí es más sencillo desde el personaje, aunque haya múltiples formas de hacerlo.

¿Hay algo que te sirva como fuente de inspiración cuando tienes un bloqueo creativo?

Trabajo casi siempre con música y veo muchas películas. Cuando veo que algo no sale, intento trabajar a la inversa. Me paso un par de horas trabajando ideas en silencio y sin ordenador, que es lo que más concentración requiere para mí, y luego me doy un descanso haciendo otras cosas más productivas. Normalmente se me ocurre algo uno o dos días más tarde, y si no es así, repito el proceso.

¿Cuáles son tus referentes, lo que te inspira o te influye?

El cine es mi principal fuente de referencias, también veo bastante música en directo, exposiciones, danza y teatro. En general intento consumir las propuestas culturales que haya en la ciudad, aunque en los últimos años eso se haya convertido prácticamente en un acto de resistencia.

¿Cuál sería el consejo que darías a alguien que se quiere dedicar a la ilustración y el mejor que te han dado a ti hasta el momento?

Dibujar todos los días y guardar tiempo para seguir haciendo cosas por placer fuera de los encargos, que es donde realmente te relajas, te lo pasas bien y salen las mejores ideas.

¿Próximos proyectos?

Ahora mismo estoy trabajando en lo que será la próxima animación para Alifáfaro, la idea es sacar un disco y llevarlo a directo. Es un proyecto autoeditado por lo que los tiempos que tenemos para realizarlo son más limitados, pero queremos que tenga continuidad a largo plazo.

Raúl Bermúdez

Raúl Bermúdez

Responsable de Dot y fundador de Chachachá Studio, Raúl es polifacético e inquieto, siempre metido en proyectos y en ideas, siempre trabajando. Aunque hablando con él te das cuenta de que más que un trabajo es un hobbie, porque disfruta con lo que hace y nos hace disfrutar a los demás viendo los resultados. Lleva más de quince años vinculado al mundo del diseño y más de diez con su propio estudio dirigiendo Dot e ideando todos los proyectos vinculados como Mercadot, ilustradots, etc...

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