Las ideas surgen como un chispazo, como un momento de genialidad que necesitamos trasladar a un soporte físico que les dé un cuerpo, un hogar en el que habitar; para que cobren vida ante los ojos de los demás. Las ideas, cuando nacen, suelen hacerlo en forma de trazo, de boceto, de dibujo, de ilustración… bien sea como imagen o como palabra, y, además, pueden relacionarse con distintas disciplinas artísticas de un modo casi infinito y cargarse de una narrativa diferente cada vez. Eso pasa con el dibujo y el diseño de moda en la exposición «Tecidos e vestidos no laboratorio gráfico», organizada por la Universidad de Vigo con la colaboración de la Concellería de Cultura, y comisariada por la profesora Lola Dopico y que podemos visitar hasta el 2 de septiembre en la Casa Galega da Cultura (Plaza de la Princesa, 2).
Si nos paramos a pensarlo, si seguimos jugando a descubrir la naturaleza de las ideas, nos daremos cuenta de que el diseño de moda parte del dibujo, de esa orden primera que damos a nuestra mano y que nos permite plasmar sobre el papel, y después sobre el tejido, aquello que ha puesto nuestra mente patas arriba. Si queremos ser más específicos, diremos incluso que el dibujo y el diseño son en su esencia la misma cosa, y, por eso, era cuestión de tiempo que este roce entre el diseño de moda y el dibujo acabara haciendo el cariño en vestidos, camisas y otras prendas con dibujos a mano alzada, grabados, serigrafías, bordados y mensajes que nos permitirán viajar a otros mundos, escuchar historias desconocidas y apreciar la belleza de las imágenes y de los estampados pensados y cuidados con mimo. Muy alejados todos ellos de la uniformidad y de las representaciones encorsetadas a las que acaba por acostumbrarnos el diseño de moda de usar y tirar.
En esta muestra, contamos con las ideas de trece diseñadoras —una exposición llena de mujeres, ¡eso nos gusta!— que nos muestran en sus diseños vanguardistas y atrevidos parte de su imaginario. Si la belleza de las telas, las formas, los volúmenes y las texturas de los diseños fuesen poco estimulantes, en «Tecidos e vestidos no laboratorio gráfico» todos ellos se acompañan del dibujo y de la ilustración para abrirnos un nuevo mundo. O, mejor dicho, para permitirnos unir el mundo de la moda y el mundo gráfico, logrando que admiremos cada prenda como si se tratase de un cuadro colgado en un museo, como una pintura tímida que trata de ganarle protagonismo a la prenda que la contiene.
Las aves y los paisajes de Melania Cruz nos llevarán hasta un paraíso natural y exótico. Nuestro viaje continuará gracias al color de las paneras bordadas a mano de Miriam Cartagena. Los ojos de Ana Micaela, casi escultóricos, con su mirada directa y misteriosa, nos harán buscar dentro de nosotros mismos. También se detendrá el tiempo con el paisaje urbano de Isabel Domenech y sus Ladrones del tiempo, que entremezcla la imagen urbanita de la ciudad con el recuerdo de unos relojes que nos llevan casi hasta Dalí. Esto y mucho más en el centro de Vigo, diseño local, ideas jóvenes y frescas, moda de vanguardia… ¡Perdértelo es cosa tuya!