O Fortiñón, Vivienda unifamiliar en Saiáns, 2019
Ángel Santorio Cuartero, Santorio Arquitectos
Colaboradores: Juan Santorio, Laura Pena, Ruth Gundín y Bethania Sánchez
Fotografía: Héctor Santos-Díez
Visitando a unos amigos en verano me encontré una vivienda que había visto anteriormente en fotografías a través de una web de referencia. En principio, vista en pantalla, fuera de contexto, escala y entorno, me pareció un buen ejercicio pero no alcanzó la cota de sorpresa que la misma generó cuando me la encontré entre otras viviendas de carácter más tradicional.
Erigida desde el propio terreno y lugar en el que se enclava, la vivienda que resuelven Santorio Arquitectos se presenta como una excepción a lo que habitualmente estamos acostumbrados a encontrarnos entre las nuevas arquitecturas actuales; no hormigón, no cubierta plana, no imagen tectónica, sino por el contrario es una pieza más en el entorno, entre la vegetación.
Ellos mismos explican su vivienda en los siguientes términos:
La propuesta de la vivienda
“La vivienda se plantea como refugio, en el que descansar y recuperarse los mayores y, disfrutar y divertirse los más pequeños, buscando definir un espacio de cobijo y protección a sus ocupantes, domesticando los exigentes condicionantes del emplazamiento de la parcela y convirtiéndolos en un valor.
La vivienda se resuelve rotundamente, planteando una envolvente quebrada, como el propio espacio litoral, que nace del propio terreno para volver a él en el eje Norte-Sur, a modo de caparazón de protección, en sintonía con los pliegues costeros del litoral y la silueta de las maravillosas Islas Cíes, como telón de fondo.
Bajo dicha protección quebrada resuelta en zinc, se localiza el espacio familiar, que se abre al exterior por medio de una piel blanda de madera termotratada, que armoniza de forma amable con el entorno.
El programa se organiza en tres medios niveles, que se adaptan a la topografía, favoreciendo la integración de la vivienda en el entorno.
En el nivel de planta baja (Nivel 0), con acceso directo desde la parcela, se localiza el vestíbulo o recibidor, la cocina, una sala de estar-comedor, un aseo y la zona de “bisagra o charnela” donde se conectan los distintos niveles entre si, mediante dos tiros de escaleras de comunicación vertical con la planta inferior y superior;
En el nivel superior de planta alta (Nivel 1), se localiza un distribuidor longitudinal al Este, y tres dormitorios, con sus respectivos aseos, y un estudio o zona polivalente al oeste;
En el nivel inferior (Nivel -1), convive una zona de sótano, enclavada en el terreno, en la que se localiza un almacén, un baño y las escaleras de acceso a la planta baja, con otra zona sobre rasante, abierta por tres de sus lados y cubierta por el nivel anterior (Nivel 1), muy polivalente, que podrá funcionar tanto como garaje aparcamiento como zona de estar o comedor en los días de alto calor en verano. A esta zona se accede mediante una rampa longitudinal, a lo largo del lindero Este, paralela a la directriz de la vivienda, que arranca a los cinco metros del acceso de la parcela.
Los tres niveles se cosen entre sí por la escalera interior, que se localiza en la zona central, y que resuelve de forma práctica y ágil las relaciones y conexiones interiores.
Se trata de una vivienda de bajo consumo energético, que, desde su concepción inicial, es sensible a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La integración paisajística
La propuesta edificatoria se acompaña de un cuidado estudio paisajístico, que contribuye a la integración de la vivienda en la parcela y su entorno:
Se realiza un sutil modelado de la topografía en ciertas zonas, por medio del empleo de rocallas o la definición de mínimos socalcos o plataformas, resueltos a base de elementos delimitadores de acero corten.
Se integra en la actuación un curso de agua de riego existente en los linderos Este y Sur, configurando una cascada natural que discurre en la zona Sur, y que contribuye a renaturalizar la parcela, incorporando una sensación de frescura en el lugar, que se realza con las brisas existentes en la zona, mayormente provenientes del Norte, e incorporando el murmullo del agua en su recorrido, descendiendo de cota.
Se realiza una cuidada selección de especies autóctonas y ornamentales, que contribuyen igualmente a renaturalizar el entorno, trasladando una imagen final en la que la vivienda se ha insertado con mimo y respeto, procurando un lugar alejado de lo antrópico, integrado en el espacio fractal”.