¿Qué es un barrio? ¿Qué define un barrio? ¿Cuál es mi barrio? ¿Qué características define el mío?
Todos los que vivimos en ciudades, pueblos, villas y otras poblaciones de carácter ligeramente urbano, nos definimos como moradores “de barrio”. Vivimos en “nuestro barrio”. Todos sabemos cuál es, donde está, hasta donde llega y qué características lo define.
Seguramente si preguntamos a un vecino cómo es su barrio, cuáles son sus límites, nos dará una respuesta diferente de la que otro vecino respondería. ¿Acaso es posible que ambos vivamos en el mismo barrio y no estemos de acuerdo con los límites del mismo? Pues sí.
Un barrio es, según la RAE, cada una de las partes en que se dividen los pueblos y ciudades o sus distritos. Grupo de casas o aldea dependientes de otra población, aunque estén apartadas de ella.
Atendiendo a esta definición parece que es muy sencillo definir nuestro barrio, nosotros lo vemos lógico y entendemos que alguien lo habrá realizado de antemano. Pues no.
Cada barrio es diferente pues se define por motivaciones y circunstancias específicas que poco o nada tienen que ver con el barrio colindante. De tal manera hay barrios que recogen una gran cantidad de vecinos, calles y zonas y, en cambio, otros solamente vienen definidos por una plaza, una edificación, una línea de contacto, una sensación…
Entendemos siempre conceptos muy definidos como barrio; aquellos que se definen geográficamente de un modo específico por ser resultado de una construcción definida en el tiempo como los polígonos de viviendas, las unidades vecinales o las urbanizaciones. Otros por sus tipologías edificatorias, como las calles estrechas y viviendas entre medianeras en los barrios históricos. Incluso nos encontramos algunos cuya definición viene delimitada por la gestión a nivel político de una zona edificatoria. Y hasta algunos vienen definidos por sus límites de contacto, como aquellos que están en contacto con las vías del ferrocarril, o en contacto con un río o el mar.
Existen barrios definidos por su tipología social, como aquellos ligados a ciertos colectivos de trabajadores, como los barrios de pescadores, de obreros de la metalurgia, o por razones étnicas de sus moradores, como podría ser el barrio judío de ciertas localidades.
Ante la indefinición exacta del concepto de barrio podríamos decir que, para enterdernos, un barrio es aquella unidad social y vecinal definida por una serie de circunstancias sociales, económicas, geográficas e históricas cuyas características específicas en la memoria colectiva de sus ciudadanos y vecinos permiten la generación de una unidad sensitiva que produce la apropiación del territorio como una unidad indivisible, a pesar de una posible falta de definición geográfica.
De tal forma es el vecino el que define el barrio, de la misma manera que será el barrio el que dote de identidad a sus moradores, de manera tal que éstos lo entiendan como propio.
Pero lo que aquí nos interesa es este otro tipo de barrios de límites difusos, esos en los que no existe siquiera una unidad entre los vecinos para delimitar su alcance. Esos barrios en los que vivimos todos, donde nos sentimos cómodos, por donde paseamos con nuestros perros, amigos y familiares. Esos barrios por donde vamos a realizar nuestros recados y compras cotidianas, por donde circulamos tranquilos porque nos encontramos en una zona segura para nosotros mismos ya que nos sentimos identificados con el territorio y los demás nos identifican con él. Ése es nuestro barrio, mi barrio. Y, de tal manera, no existen dos iguales. Yo tengo el mío y tú, posiblemente, tendrán uno parecido pero diferente.
En mi barrio están mis tiendas, mis cafeterías, mi supermercado y mi panadería, mi zona verde de juego y paseo, mi zona de protesta, mis escondites de juego infantil y mis callejones favoritos. Todo lo tengo en mi barrio, de la misma manera que tú lo tendrás en el tuyo.
Después de un plazo de confinamiento tan largo al que nos hemos visto obligados, creo que todos somos un poco más conscientes de cuál es nuestro barrio; cuidémoslo, apoyémoslo, defendámoslo, porque tú también perteneces a tu barrio y al barrio de los que te rodean, del que formas parte inseparable como vecino, del mismo modo que los demás vecinos definen tu propio barrio. Se vecino, cuida de tu barrio.