Vivienda unifamiliar en Guisande
Autor: Rodrigo Currás Torres, arquitecto. www.curras.es
Colaboradores: Félix Gómez Pousa, arquitecto. Francisco Sánchez González, Ingeniero. Isaac López Albores, arq. Técnico.
Fotografía: Héctor Santos Diez.
Constructor: Construcciones Rogelio Rodríguez Lois S.L.
Hay creadores que no dejan de sorprendernos, como en el caso de Rodrigo, arquitecto inquieto y pensador de largo recorrido. En cuanto me puse en contacto hace unos meses por otras cuestiones me envió documentación de varios proyectos y, entre otros, estaba esta vivienda.
No se trata de la típica vivienda rural gallega ni, por el contrario, de la típica vivienda moderna de cubierta plana y fachada blanca de grandes huecos. Por el contrario resulta una vivienda totalmente diferente de lo que estamos acostumbrados a encontrarnos por estos lares; una vivienda fragmentada en varios volúmenes que se van superponiendo hasta encontrar un orden superior que va entrelazando interiormente los espacios y los diferentes usos para conformar un conjunto donde destacan dos elementos singulares; por una parte la cubierta cerámica en curva en cada una de las piezas, manifestando exteriormente lo que ocurre en el interior de los volúmenes y, por otra parte, las celosías cerámicas que permiten la realización de las transiciones entre el interior y el exterior, acotando el espacio privado y realizando una ligera permeabilidad entre ambientes.
Interiormente el programa se resuelve mediante la superposición de ambientes, de tal manera que accedemos desde la zona de día para, a través de los espacios de estancia y relación, encontrarnos con la zona de noche, destinada a dormitorios, en la parte más privada del conjunto.
No es algo habitual encontrarse una vivienda de este tipo y menos por aquí. Un ejercicio notable de interpretación del lugar, del lenguaje y de la manifestación arquitectónica individual. Maestría y técnica a partes iguales.
Rodrigo nos lo explica mejor con sus propias palabras:
“A naciente de la finca discurre un riachuelo. Otrora campos de cultivo, los árboles remanentes se circunscribían a lindes y al contorno del regato. La trama de pequeños canales cercanos al mismo y el desuso han posibilitado que haya surgido un bosque de ribera.
Dicho bosque constituye en sí mismo un filtro, el cual resulta un elemento de protección para diversa fauna y flora.
Además el río consigue esponjar dicho bosque creando un canal espacial a lo largo del mismo (como si de un paseo fluvial se tratase).
El proyecto arquitectónico parte de estos conceptos: el “espacio vector”, el “matizado mediante filtros” y el “elemento delimitador”.
La célula espacial de la casa es la habitación. Una estancia donde debe ser posible desarrollar las cuestiones más básicas del habitar en arquitectura: capaz de aunar comodidad, desahogo y recogimiento.
La casa se organiza a partir de la yuxtaposición de este tipo de espacio con fuerte direccionalidad tratando de captar la esencia del lugar: el propio bosque lineal al fondo del claro.
Las celosías proyectadas contribuyen, junto con patios y vistas sesgadas, a dar privacidad y a matizar luz y usos.
Los elementos delimitadores blandos serán los que se ocupen de insinuar recorridos y de proteger la finca minimizando el impacto de la intervención. «
