ACONDICIONAMIENTO DEL CAMPO DE LA ROMERÍA, EN A FRANQUEIRA, A CAÑIZA.
Óscar López Alba y Lucía Fernández Rodríguez, 2019
A mucha gente A Franqueira no les sonará apenas, pero, en la imaginería y tradiciones populares de la comarca del Condado, en el sur de la provincia de Pontevedra, la romería de la Franqueira es algo más que una simple fiesta tradicional, si no que se convierte en una tradición secular que anima cada año a miles de fieles, devotos y allegados a acercarse hasta el santuario de Santa María de la Franqueira a rendirle honores a la virgen.
A medio camino entre la tradición y la modernidad turística, la peregrinación a la Franqueira se ha convertido en un auténtico espectáculo a nivel autonómico, que trasciende más allá del propio simbolismo religioso. Debido a ello el espacio donde se venía celebrando se ha quedado obsoleto, manifestándose la necesidad de dotar al lugar de una ordenación acorde tanto al transcurso de la celebración como al respeto al lugar en donde se realiza.
Esta lectura de respeto al lugar, la naturaleza y la tradición es la que ha servido de base a Óscar y Lucía para elaborar una propuesta tan interesante para el enclave festivo.
Como si de un circo romano se tratase, se levanta en un espacio de ochenta por veinte metros de tamaño, una ordenación paisajística en la naturaleza consistente en una serie de «hitos” pétreos que, a la vez que delimitan el espacio, generan un orden natural para los visitantes, favoreciendo la veneración de las imágenes durante el proceso de fiesta. De tal manera se organiza el espacio natural a la vez que se crea un “lugar”, un espacio delimitado, concreto y singular, todo ello sin generar alteraciones sustanciales al entorno. Casi nada.
Desde la distancia, o a vista de pájaro, la intervención plantea una lectura enriquecedora, completando el tejido rural en el que se asienta y generando una estructura urbana de dimensión sustancial que complementa la aldea y genera el lugar.
Explicado por ellos mismos, la intervención de la Franqueira se asienta sobre las siguientes claves:
Hay encargos únicos. Por la necesidad, por el lugar, por el simbolismo y por la oportunidad. Este fue uno de ellos. En A Franqueira, Pontevedra, se celebra una vez al año la romería Das Pascuillas. Reúne a más de 60 imágenes y miles de devotos en el Santuario da Franqueira.
Procedentes de numerosas parroquias de la comarca, peregrinan a pie durante la madrugada para venerar a la Raíña da Fonte. Uno de los momentos más emotivos del día se produce durante las «cortesías» o «reverencias», donde, los jóvenes de la parroquia sostienen el pendón, el estandarte, la cruz de la parroquia y la sagrada imagen de la Virgen del Rosario y van dando la bienvenida a cada procesión que entra en el recinto del santuario. El rito de bienvenida es ancestral.
Tradicionalmente, las imágenes, se situaban elevadas sobre toda clase de elementos y artilugios formando una suerte de espacio perimetral enfrentado a un improvisado altar.
Desde la Iglesía se nos preguntó, ¿cómo ordenar este lugar?, ¿cómo hacer unas peanas fijas que eviten el “desorden” que se genera al elevar las Imágenes por encima de los asistentes? y ¿Cómo simbolizar este espacio de peregrinación?
Nuestra propuesta fue hacer, casi nada, pero sabiendo que el resultado sería una huella en el territorio. Una huella de 80x20x1metros. Setenta y una peanas de granito posadas y niveladas en el terreno. El altar: un cilindro de diámetro 12 metros y altura 1 metro con las piezas originales en su posición.
Un proyecto de mínimos capaz de configurar y recoger un gran espacio en lo alto del monte de A Franqueira.
El planteamiento de instalación permanente. El saber que el tiempo dejará su patina en la piedra. El deseo de recoger y acoger. El deseo de una intervención sin tiempo y para el tiempo.
Esa fue la pregunta y esa fue nuestra respuesta.
