Hace unos años decidí mudarme a Barcelona, adoptar mi obligado nuevo status de chica de provincias, explicar a diestro y siniestro que mi familia no se dedica a la producción láctea ni tiene vacas pintas y corroborar que llueve tanto en una esquina de la Península como en la otra.
Cuando estaba en Barcelona me decían que era gallega como los Novedades, como Roberta Vázquez, como Triángulo de Amor Bizarro. Íbamos a la Razzmatazz porque pinchaba Banana Bahía y les petaba el garito, y nos comprábamos todos los fanzines de artistas gallegos que nos cabían en las manos en el Graf de cada año.
Cuando volvía a Galicia en vacaciones me decían que vaya envidia, que estar fuera de casa tenía que ser lo más, menuda oferta cultural, qué maravilla, todo bien, peña leída, peña con inquietudes, otro rollo, otro nivel.
Suena familiar y suena contradictorio, ¿verdad?
Eso mismo, o, al menos, algo parecido, han debido notar las mentes pensantes de Maison Ruina; un nuevo lugar dedicado a la cultura urbana y a la creación contemporánea en cualquier soporte que abrió sus puertas el pasado viernes 19 en un espacio dinámico y vertical situado en Carral, 28, 1º.
Con el fin de crear una escena común, llena de sinergias y crossovers de lo más loco entre diversos géneros, y, por supuesto, con el objetivo de poner a los artistas gallegos en el mapa y hacer que se conozcan entre ellos y se marquen nuevos límites, Rubén (artífice de Fosfatina Ediciones), Tayone (creativo visual), Óscar y Cynthia (centrados en la animación) han dado vida a esta nueva iniciativa cultural que alberga diferentes facetas: galería de arte, sala de eventos orientada a la creación contemporánea y a la cultura urbana, propuestas frescas marcadas por un notable cariz contracultural que trata de dar voz a aquellos creadores contemporáneos, muchos de ellos locales, que se han visto relegados a un segundo plano, bien por falta de medios o bien por falta de un altavoz potente…
En definitiva, un espacio donde conocer y conocerse. Al que el espectador podrá asistir los viernes o los sábados de forma gratuita, mediante una invitación previa que podrá conseguir en la cuenta de Instagram de @maisonruina cada lunes, y comprender a qué huele la cultura que se genera muy cerca de él antes incluso de que le dé en las narices. Además, en cada visita podrá llevarse a casa un pedacito de Maison Ruina gracias a la store de arte y moda que acogerá desde una selección de prendas urbanas hasta una librería con maravillosas criaturas del mundo editorial independiente. El trueque es justo ¿no? Y, para llenar el buche si al visitar la instalación te ataca el Stendhal, Maison Ruina contará con un catering de la mano de Bechamel y con la mejor selección de vinos de Antonio Montero.
El día de la inauguración, además del ambiente, la comida y el bebercio, y, hablando en plata, aparte de haber sido el eventazo del año, dentro de este microcosmos en pleno centro de la ciudad encontramos la expo de @rapapawn (estudio de animación de Cynthia Alonso y Óscar Raña que os volará la cabeza con su psicodelia), la mejor selección de obras de @fosfatina_ediciones (por si queréis llevaros a casa un Massó o uno de Los Bravú, con la edición más cuidada de la mano de Rubén) y, para ir bien pintones, pudimos adoptar alguna de las prendas de @captchaclothes (marca ideada por Tayone que trata de subvertir los diferentes conceptos de la industria e historia textil y artística desde una óptica contemporánea). A lo anterior tuvimos que sumarle el sarao que montaron Overdose DJs, Banana Bahía DJset, Respeto DJ, IA Ghost y BFlecha y, por si no nos había llegado, también nos sorprendienron con un concierto de Pálida. Sin olvidarnos de la fuerte presencia de partners como notengomamá, Overdose, Banana Bahía, Mondo Fashion Show, EGA, detrásdomarco, imprimeverde y Garpe. ¿Suficiente o qué?
Este fuerte cultural forjado a base de ganas, justicia poética y compañerismo entre artistas, se atreve a ponernos los dientes todavía más largos presentándonos algunas de las sorpresas que tienen bajo la manga durante el Marisquiño. Acusando el carácter demasiado institucional que está tomando este evento, Maison Ruina nos propone que nos acerquemos al Off Marisquiño. Así que coged boli y papel y anotad porque se vienen cosillas interesantes en los próximos días en este templo en plena calle Carral ¡y no os olvidéis de pedir vuestras invitaciones!:
· Viernes 2 de agosto: inauguración de la exposición de Harakirina (@harakirina) y Nada Dabuti (@nada.dabuti), DJ set a manos de La Eterna (@la_eterna) y para mover el cuerpo una Booty Call en la Sala Doppler (entradas en Sputnik Tattoo y Detrás do Marco).
· Sábado 3 de agosto: Mondo Fashion Show Vigo nos traerá lo más fresco de la moda urbana en una pasarela en la que participarán Captcha Clothes (@captchaclothes), One of the Gang (@oneofthegang), AM/PER/SAND (@amper.s.and), Heaven Vision (@heaven.vision), Mirror Limited (@mirror.limited), DL75 (@dl75.co) y Ki-Fi (@kifi.lab); todo ello ambientado de la mano de Royce Rolo (@royce_rolo) a los platos.
· Jueves 8 de agosto: inauguración de la exposición de Margarito dela Guetto (@margaritodelaguetto) y presentación de Overdose Room, un nuevo formato de Overdose Club (@overdose_club).
Si os perdéis estas fechas, el viernes 9 de agosto podréis volver a ver a varios de los artistas propuestos, y, además, el sábado 10 Espacio Ananas (@espacioananas) desembarca desde Madrid para ofrecer un DJ set y una pop-up store con material de su tienda.
En resumen, Maison Ruina pone los medios, el lugar, el punto de referencia y encuentro… así que algo tendremos que hacer nosotros. Sí, es cierto que la vida nocturna de la ciudad tiene chicha, que la música no falla, que hay movimiento, ideas… Pero, desde la pérdida del Halcón Milenario, el campo árido de la cultura diurna en la ciudad se ha secado todavía más. Así que, no volver a escuchar más eso de que en Vigo la cultura es un folio en blanco y que es mejor irse a Madrid, está en mano de todos. Ojalá cuando vuelva a Barcelona me digan que soy gallega, como las propuestas de Maison Ruina.
¿Ya estáis convencidos? Pues corred a por las invitaciones antes de que se complete el aforo y poneos guapos… ¡durante el Marisquiño (y todos los findes que están por venir) tenemos una cita!